Primero quiero contarles que a pesar de que me encanta diseñar vengo de una familia que adora bailar y cantar, así que soy cantante aficionada de karaoke (por lo menos intento entonar) y me estoy formando como bailarina también. Obviamente a mi edad no me voy a ir al Royal Ballet ni nada de eso pero encontré en la danza algo especial que creo que vale la pena continuar.
Estar tantas horas sentada también te trae la factura y es importante encontrar un poco de equilibrio para estar lo mejor posible. Me metí en este mundo del baile desde muy pequeñita con mi mamá pero en realidad solo lo agarraba de vez en cuando como un hobbie, la verdad es que después de haber estado en un trabajo que absorbía la mayoría de mi tiempo el doctor me recomendó por salud hacer alguna actividad. También jugaba al basquetbol pero quería hacer algo más así que mi hermana me sonsacó para ir a unas clases de danza que impartían cerca de mi casa. Yo pensaba que era jazz a lo que me iba a llevar pero no, me llevó a clases de danza árabe y recuerdo que en ese momento la idea no me gustó nada pero pues bueno ya había pagado la clase muestra y ya estaba ahí. Mi primera clase fue toda una revelación, así que decidí volver la siguiente clase y la siguiente y la siguiente y así hasta que pasaron tres meses. Cuando la maestra nos dijo que se iba a cambiar de sede decidí que tenía que seguir tomando mis clases, no podía abandonarlo así, ese fue el principio y hasta ahora sigo en cursos, seminarios y demás disciplinas que me sigan complementando, ya van 13 años de aquello pero también entendí con el tiempo que para mí más que una actividad física se volvió una terapia, una catarsis, ya que tuve que vencer muchos miedos a lo largo de ese tiempo y me toca seguir desbloqueando cosas, hecho que en especial a mi me encanta.
Ahora gracias a muchas vueltas que da la vida además de poder seguir tomando clases se dió la oportunidad de devolverle a la danza lo mucho que me ha brindado ¿cómo? por medio de Talleres de danza, el cual es un proyecto enfocado a niños, adolescentes y ahora adultos que deseen iniciar en este bello mundo. Este emprendimiento no solo me ha dado la oportunidad de conjugar el diseño con uno de mis hobbies, sino que también me da la oportunidad de crecer de manera personal y dar un poco de mi granito de arena a la sociedad por medio del arte.
La pandemia también trajó consigo muchos cambios en este ambiente pero siempre hemos aprendido que lo importante es levantarse. Les dejó un mini documental de lo que fue vivir en este nueva normalidad.
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